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El suicidio, un problema de salud que debe abordarse a nivel individual, desde los sistemas de salud y de la comunidad

Cerca de un millón de personas mueren por suicidio cada año en todo el mundo. Hoy, bajo el lema Trabajar juntos para prevenir el suicidio, se celebra el Día Mundial de la Prevención del Suicidio (WSPD) impulsado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde el Consorcio de Salud y Social de Cataluña (CSC) queremos sumarnos a la iniciativa señalando que el suicidio es un problema de salud que para el CSC debe abordarse a nivel individual, de los sistemas de salud y de la comunidad, y que se necesitan más esfuerzos para reducir la mortalidad por suicidio. Así, el coordinador de la Comisión de Psiquiatría y Salud Mental del CSC, el doctor Diego J. Palao, Coordinador de la Comisión y Director de Salud Mental de Parc Taulí, ha insistido en que hay que "incrementar la aplicación de iniciativas universales basadas en investigaciones clínicas que nos permitirían reducir las diferencias inaceptables de la tasa de suicidio entre los diferentes países europeos, que pueden variar de 3,8 a 30 suicidios por cada 100.000 habitantes "y señala que esta promoción de la investigación" es un deber ético de la nuestra sociedad y se tendría que reflejar en los fondos dedicados a la investigación en prevención del suicidio".

El 90% de las personas que mueren por suicidio tienen una enfermedad mental, por eso los profesionales de este ámbito juegan un papel clave y tienen "una responsabilidad importante en la prevención del suicidio, no sólo compartiendo intervenciones efectivas, sino también liderando estrategias multidisciplinarias con otros profesionales, especialmente en Atención Primaria, para llegar a personas que tienen un riesgo alto". Desde la Comisión de Psiquiatría y Salud Mental del CSC se recuerda que, tal y como demuestra la experiencia de Dinamarca y el proyecto "Alianza Europea contra la Depresión" -desarrollado en Barcelona y Sabadell-, se pueden salvar vidas con la puesta en marcha de experiencias de este tipo. De hecho, la aplicación del Código Riesgo Suicidio Cataluña está contribuyendo ya a reducir conductas suicidas, a partir de la atención a los servicios de urgencia de las personas que han sobrevivido a una tentativa de suicidio (10-40 casos por cada suicidio consumado).

En definitiva, desde el CSC se apuesta por un mayor impulso de la prevención del suicidio, bajo "un fuerte liderazgo social y sanitario para impulsar estrategias multinivel que ya han demostrado eficacia para salvar vidas de personas con riesgo", en palabras del coordinador de la Comisión de Psiquiatría y Salud Mental del CSC.