Siempre se cometen y se han cometido errores en la práctica clínica, pero la clave está en que se hace después de cometerlos. Hay que comunicarlos? Quién lo hará? Cómo y cuándo? Beneficia a la organización? Y al paciente? Y al profesional? En la última sesión técnica del Consorcio de Salud y Social de Cataluña (CSC) hemos abordado todas estas preguntas de la mano de dos expertos: Joaquim Bañeres, director del Instituto Universitario UAB Avedis Donabedian; y Màrius Morlans, del Comité de Bioética de Cataluña.

Bañeres aclaró que cuando hablamos de comunicación en los eventos adversos nos estamos refiriendo a errores adversos prevenibles y que, antes que nada, se debe comunicar de forma honesta y reconociendo que se ha producido un error. No menos importante es desvelar rápidamente al paciente la evolución de las consecuencias y la investigación del caso. Según el profesor Bañeres, esta comunicación tiene un claro beneficio sobre el paciente, la organización y el propio profesional. Incluso mostró ejemplos de cómo esta comunicación baja la cantidad de litigios a los que deben enfrentarse los profesionales, citando un estudio en Estados Unidos donde se vio claramente que la obligatoriedad de comunicar los errores médicos hacía bajar las demandas y los costes en los hospitales. Además, Bañeres analizó quien tiene que comunicar este evento adverso, cómo, cuando y donde se debe realizar según las investigaciones que hay en esta cuestión.

Por su parte, Morlán hizo una aproximación más conceptual para abordar rápidamente las implicaciones éticas de la comunicación al paciente en eventos adversos. Para ello, Morlan partió de las características que de por sí tiene la asistencia médica y del impacto de la comunicación dentro de las organizaciones complejas. Después de esta aproximación más conceptual, el experto mostró algunos ejemplos de la importancia de comunicar para que no vuelva a pasar y, en la línea de Bañeres, se vio como esta comunicación había hecho bajar las denuncias penales en Cataluña los últimos años. Para finalizar, Morlán recordó lo que dicen los códigos deontológicos respecto a la comunicación de los errores y a continuación se inició un interesante debate con los asistentes a la sesión.

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