El Consorcio de Salud y Social de Cataluña (CSC) celebró, el pasado viernes, la jornada "El derroche alimentario en el sector salud", con el objetivo de reflexionar y compartir experiencias sobre como reducir las pérdidas y el derroche alimentario en los centros sanitarios, un ámbito clave tanto por su dimensión ambiental y social como por el impacto económico que compuerta.

La jornada reunió representantes de la administración pública, del sector hospitalario, de la restauración colectiva y de entidades sociales, para ofrecer una mirada integral y colaborativa sobre este reto.

La primera ponencia fue de Carles Guirado, jefe del Área de Alimentación Sostenible y Aprovechamiento de los Alimentos del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Cataluña, quien habló de marco normativo para la prevención de pérdidas y el derroche alimentario en Cataluña. Concretamente, desarrolló los contenidos de la ley catalana, aprobada en 2020, y de la española, aprobada el pasado mas de abril.

Seguidamente, Carme Chacón, subdirectora general de Seguridad Alimentaria y Protección de la Salud de la Secretaría de Salud Pública, ofreció la visión desde la salud pública. "La seguridad alimentaria también incluye la dimensión de asegurar que todas las personas tengan acceso en alimentos suficientes, saludables y sostenibles. Cuando tiramos alimentos que todavía son seguros, estamos comprometiendo esta seguridad en el sentido amplio", señaló.

Después, Alfred Vara, jefe del Departamento de Prevención y Eficiencia de los Recursos de la Agencia de Residuos de Cataluña, aportó la visión desde este organismo. En su intervención, explicó que, desde el 2012, hay una cuantificación de derroche alimentario y residuos alimentarios de todos los circuitos de recogida selectiva de la Fracción Orgánica de Residuos Municipales.

Mariona Ortiz, subdirectora de la Fundación Banco de Recursos y coordinadora del Pont Alimentario, explicó este proyecto y señaló que la fundación "ofrece un servicio para reducir el derroche alimentario y cambiar pautas de consumo que incluye campañas de sensibilización, asesoramiento a empresas y administraciones y derivación de alimentos hacia entidades sociales".

Finalmente, Gemma Navarro, jefe de Dietética y Nutrición del Hospital de la Santa Cruz y Santo Pablo; Jaume Mangues, jefe de operaciones de Boris 45, y Yolanda Fernández, jefe de la Unidad Hotelería Can Ruti, hablaron de la importancia de la colaboración entre proveedores y entidades, y explicaron sus casos. "La comida es una parte esencial del proceso terapéutico y, por lo tanto, el derroche es una pérdida nutricional, económica y ética", remarcó Fernández.